Pozo de agua seguro
Las tipologías de pozos de agua son variadas al igual que la forma de ejecutarlos, sin embargo, lo que más nos puede interesar como propietarios de un pozo de agua, es que este sea un pozo de agua seguro y que sea un pozo legal.
En el ámbito de la seguridad hay dos aspectos claves:
- El primero garantizar la imposibilidad de que ningún transeúnte o trabajador pueda caer en este, no solo por las consecuencias de la caída, sino por la poca vigilancia de los mismos que puede provocar que nadie acuda a socorrer al accidentado. Para evitar el accidente es necesario que o bien la boca del pozo sea lo suficientemente pequeña que imposibilite la caída, o bien que posea un antepecho lo suficientemente alto, o preferiblemente que posea una tapa con candado que imposibilite su acceso a terceros.
- El segundo garantizar la seguridad alimentaria en el caso de que sea para consumo humano, animal o riego de plantas o frutos comestibles.
En el ámbito de la legalidad los trámites son relativamente sencillos, pero requieren generar cierta documentación técnica que a los profanos en la materia les pueda resultar complicado, sobre todo en los casos en los que se requiera justificar aprovechamientos para riego, ganado o consumo humano. Las empresas como Distrita Inversiones que ya han realizado diversas legalizaciones y han ejecutado pozos son conocedores de las problemáticas que suelen surgir y que llevan a que se dilate en el tiempo trámites de legalización que no deberían llevar más de tres meses en los casos más sencillos, pero que pueden dilatarse más de un año para concesiones de agua con consumos superiores a 7000 m3/año. La colaboración de la propiedad en la aportación de documentación es vital en un proceso que puede llegar a alargarse años y que puede llevar incluso a la imposición de sanciones o clausura del pozo.
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